Si nos encontramos con la llegada de un bebé a casa y tenemos perros es importante que consideremos algunos puntos que nos ayudarán a mantener un equilibrio adecuado y evitar de esta forma cualquier tipo de susto.
El perro y los niños
Por norma general, la mayor parte de los perros suele tener una buena relación con los niños, lo que implica que no suele haber problemas del estilo. No obstante hay que prestar siempre mucha atención, ya que puede que nos haya tocado el perro que no mantiene una buena relación o incluso que por razones de celos no acabe llevándose todo lo bien que nos gustaría.
Si es la primera vez que nuestro perro ve un bebé, es importante extremar las precauciones, ya que todavía no sabemos cómo puede reaccionar además de que le asaltaran muchas dudas.
Consejos a la llegada de un bebé
En esencia es importante que siempre mantengamos algunos aspectos relacionados con la seguridad y por supuesto con la higiene, los cuales vamos a indicar a continuación.
La higiene
En cuanto a la higiene es esencial que tengamos en cuenta que hay enfermedades que afectan a los humanos y a los perros, pero mientras que en el caso de los perros no llegan a causar problemas, para los humanos pueden llegar a ser problemáticas.
Por esa razón siempre hay que mantener una perfecta higiene en el entorno que puedan compartir ambos, además de que evitaremos los contactos directos especialmente cuando el bebé acaba de nacer.
Poco a poco se irá desarrollando su sistema inmunitario, lo que significa que existirán menos riesgos, pero siempre debe primar la salud sobre el placer de que jueguen juntos.
Aun así esto no quiere decir que haya que cortar radicalmente el contacto entre ambos, ya que puede ser positivo para los dos, pero siempre estaremos delante y evitaremos que dicho contacto sea excesivo especialmente con mucosas y otros elementos que puedan afectar a la salud de nuestro pequeño.
La seguridad
Por otra parte también es importante prestar atención a la seguridad. Para ello debemos analizar el comportamiento de nuestro perro cuando está junto a nuestro bebé. Dicho control deberá mantenerse continuo, ya que los perros pueden tener cambios en su forma de actuar.
Es importante dejar que el perro huela al pequeño y mantenga un contacto con él, además de conseguir que asocie que la presencia del nuevo miembro trae aspectos positivos a su vida.
En ningún caso aislaremos por completo al perro y al niño, ya que en un descuido podrían coincidir y nos encontraríamos con problemas, ya que hemos establecido un muro entre ellos dos.