El cuidado de los dientes de los perros es algo mucho más necesario de lo que la gran mayoría de propietarios piensa. Por ello, en el artículo de hoy vamos a analizar algunos aspectos básicos para que en nuestro perro conserve una buena dentadura.
La higiene bucal en los perros
Al igual que ocurre con los humanos, la higiene bucal y la limpieza de los dientes es elemental para conseguir que nuestro compañero tenga no sólo una dentadura perfecta, sino también para evitar los problemas de halitosis e inclusive problemas estomacales o en el aparato digestivo en general.
Además de acudir a un dentista canino, hay varias cosas que podemos hacer en casa para que nuestros perros tengan unos dientes limpios y sanos.
Para empezar, una alimentación sana y equilibrada es la mejor forma de conseguir nuestro objetivo. Por otra parte, también podemos darles pan duro o incluso productos que han sido especialmente pensados para la limpieza e higiene de los dientes de los perros.
Aunque en la mayor parte de los casos con estos sencillos trucos podemos lograr nuestro objetivo, es cierto que existen algunas razas caninas que requieren que se realice una limpieza periódica de sus dientes.
Relación entre la higiene bucal y la salud
La masticación correcta es verdaderamente importante, ya que de lo contrario, nuestro sistema digestivo tendrá que hacer mayores esfuerzos para realizar la digestión, lo que poco a poco ira dando lugar a la aparición de diversos problemas.
Por ejemplo, con el paso del tiempo, los dientes se van desgastando, lo que nos lleva a una considerable deficiencia a la hora de masticar.
Si observamos que los dientes de nuestra mascota están limpios, en principio puede significar que todo va bien, pero no debemos confiarnos en exceso, ya que es posible que se hayan producido malformaciones que deberán ser rectificadas con el objetivo de mejorar su masticación.
También es importante que acudamos a un dentista camino en el caso de que veamos que nuestro compañero ha perdido alguno de sus dientes o si tenemos cualquier tipo de duda en un momento dado.
Además de los dientes en sí, también debemos prestar atención al estado general de la boca. Por ejemplo, observar si en un determinado momento se inflaman o enrojecen en exceso las encías, pasan a cambiar de color (lo que también podría indicar otros problemas de salud), etcétera.